miércoles, 14 de abril de 2010

Jay Rosenblatt, Human Remains

En Human Remains yo estaba sentado en la orilla de mi silla. Me conecté con el filme como pocos antes. En esta reconstrucción de la vida invisible de estas cinco figuras de terror, me encontré comparandome con los sujetos, haciendo cuentas con los dedos, viendo que tantas cosas comparto con ellos. Fue sublime para mi ver este lado de gente que solamente había visto desde lejos, solamente habiá oído de sus atrocidades. Sin embargo, en mi caso, el único de estos cinco cuyas cifras mortíferas y datos espelunantes conozco bien es Hitler. Al resto de ellos ni los hubiera podido ubicar en fotos con seguridad. Y pues, esta peculiaridad me permitió vivir un fenómeno muy extraño donde al ver y oír las vidas privadas de estos monstruos, no tenía la mosca zumbando alrededor de mi cabeza recordandome sus atrocidades. Simplemente vi sus miedos, peculiaridades y anhelos. La peculiaridad ocurrió después, cuando comenzamos a hablar de los millones muertos bajo sus manos. Me costaba mucho trabajo pensar que aquellas personas eran las mismas que acababa de ver. Así que en algún sentido, creo que un acierto del filme es que el enfoque es puramente humano y privado y auque el creador es psicólogo, no hay una búsqueda del “porque” detrás de la transformación de cinco seres humanos como tu y yo hacia los cinco más renombrados asesinos de la historia. Simplemente es un vistazo a una vida privada de otro humano, profundo, lleno de contradicciones, lleno de detalles únicos.

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