Lo que más me resalta de este trabajo es el particular punto de vista que toma O’Rourke entre el turista y el nativo. Triangúla, por así decir la relación y crea un punto de vista que observa a ámbos escrupulosamente. Nunca dicta de manera directa si existen fallas de algún grupo en específico. La preguntas que se plantéa solamente se pueden responder tomando en cuenta ámbas partes de la relación. ¿Qué tán fructífera es la relación para ambas partes? ¿El espectáculo que presencian los turistas es genuino, es verdadero? ¿Qué tanta dignidad retienen los nativos al vender su cultura de tal manera? ¿Qué tanto reciben los turistas que al pareces solo consumen la cultura sin digerirla?
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